domingo, 14 de febrero de 2016

Vamos tintineando...

Vamos tintineando
Las campanas anunciando las doce

Somos fuego del fuego
sal de la sal

Patrones reflejados en el agua
convertidos en cristal

Somos transeúntes admirando
señales sin historia

Somos dos números perdidos
de la tabla de multiplicar

Se han ido
Se han marchado
No querían estar con otros

Somos el reflejo del miedo abismal
en un espejo que se hace viejo

Las quemaduras duelen menos
con tu perfume al lado

Duelen menos las heridas
menos las faltas
y aún menos vivir en un mundo incierto

No entiendo que sea gratis
escuchar tu voz

Echarte de menos, cada día más que ayer
Sentir que tengo tu olor aquí

No entiendo que sea gratis
es de valor incalculable para mí

No entiendes que tengo el corazón hipotecado
y en tus manos está el plazo
de este sentimiento que tengo

En tus manos están
las sensaciones que me voy llevando

Las cargo conmigo en un maletín
de recuerdos

Todo el tiempo conmigo

Dejaré la maleta a un lado
si esto no es de recibo
si esto no tiene sentido

Sin ti, la maleta se queda de camino
Sin ti, la maleta no va conmigo

miércoles, 3 de febrero de 2016

Vive hoy y ahora

Siempre estamos acostumbrados a no saber qué pasará, a preocuparnos demasiado por el hoy, por lo que ha pasado y por lo que aún está por llegar. Nunca entendemos que lo que tenemos es el hoy, el mismo hoy que mañana no volveremos a tener. No entendemos que las palabras no significan nada si los hechos no son consecuentes con ellas. No sabemos discernir a veces entre lo que es correcto para nosotros o para el resto. Siempre pensamos que para ser felices hay que pagar un precio, que no es suficiente con serlo y ya está, porque nada en esta vida es gratis. Solamente esperamos a que pase todo, a aquel momento en el que la felicidad se vaya, porque tenemos la certeza de que así será, y mientras desaprovechamos todo lo que estamos viviendo. Tienes momentos que nunca vas a recuperar, vívelos. Tienes cosas que sentir, siéntelas. Porque pensar demasiado nos jode las ganas de vivir, cuando al final todo se reduce a la simpleza de hacer las cosas como uno quiera. Que sí, que consecuencias siempre hay, con todo lo que decidas. Pero maldita sea, quien es capaz de vivir con una soga al cuello día tras día solamente retrasa la agonía de lo que realmente le llegará. Vuela joder, vuela y ya está, porque cuando mueras lo único que te importará es que hayas vivido lo suficiente y de la forma que tú has querido hacerlo. Que quien te quiera volará contigo, y si no que miren cómo vuelas tú.

Una vez conocí a alguien

Una vez conocí a alguien
que era fuerte y segura.
Siempre acababa
consiguiendo sus metas
y se reía más fuerte que nadie.

Por dentro era frágil.
Tenía miedo de los cambios,
incluso de sus propias metas.
Era como una niña en un mundo
que desconocía por completo.

Siempre dejaba la puerta entreabierta.
Dejaba que miraran por la rendija,
pero nunca la abría del todo.

Tenía miedo al ser demasiado frágil.

Era por precaución,
por el riesgo de romperse
o de autodestrucción.

Nunca abrió la puerta,
nunca se rompió.

Tampoco fue feliz.